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El cultivo indicó un bacilo piociánico (fig. 535) y la interpretación radiográfica asoció el problema a un proceso osteomielítico. (Fig. 536). Nuevamente fue intervenido quirúrgicamente habiéndose encontrado una destrucción de la tibia con características de osteomielitis.
El resultado de esta segunda cirugía efectuada también por el Dr. Romero Terreros tampoco dio resultados satisfactorios pues a los pocos días volvieron a aparecer las fístulas en piel. Se le hicieron antibiogramas y fue intervenido por tercera vez en cirugía por el mismo profesional. Los resultados volvieron a ser desfavorables pues luego de la intervención quirúrgica aparecieron de nuevo las fístulas cutáneas. A esta altura se le tomaron las radiografías de la Fig. 537 que muestran el avance del proceso camino de la fractura patológica de la tibia.
El cirujano sin embargo practicó una cuarta intervención que también fracasó. En estas circunstancias oyó hablar de los tratamientos con PASTA F.S. y en consecuencia fui consultado por él, habiéndose informado sobre los resultados obtenidos en el Hospital San Juan de Dios por el Dr. Raúl Ramírez. Le insinué volver a intervenir al paciente que ya estaba prácticamente programado para la amputación de la pierna pues la tibia ya iba a fracturarse y el peso corporal estaba siendo recibido en gran parte por la fístula; el paciente ya caminaba con bastante dificultad, le aconsejamos abrir hasta el hueso y colocar dentro toda la cantidad posible de PASTA F.S. pero únicamente el polvo, para que con la sangre y los exudados formara una mezcla estable y en estas condiciones cerrar y saturar la incisión. Así lo hizo, pero a los tres días me llevó a ver al paciente ya que las suturas se habían deparado debido al mal estado de los tejidos y se veía una amplia brecha con la PASTA F.S. llegando hasta la piel y separando los bordes.
Le insinué al cirujano que con bisturi, cada dos días, fuera retirando de los bordes, parte del fármaco, con el fin de ir logrando su aproximación. Como tuviera que ausentarme del país para participar en un Congreso Mundial en México, a mi regreso, 20 días después, localicé al Dr. Romero quien me informó que el paciente acababa de ser dado de alta y que los bordes de la herida se habían juntado y estaban cicatrizando normalmente. Es más, me informó que el leucograma luego de la cirugía, había descendido verticalmente, y que no había necesitado ninguna formulación analgésica ni antibiótica. La inflamación tisular también había regresado rápidamente. En la radiografía de la Fig. 538 se puede ver la PASTA F.S. en posición dentro del gran espacio destruido próximo a fracturarse. Las fístulas no volvieron a aparecer. Dos años después se tomaron las radiografías de la Fig. 539 que muestran la recuperación del tejido óseo de la tibia. Otro cirujano del mismo Departamento de Traumatología me comentó: La osteomielitis desaparece, pero vuelve”. Al cumplirse 10 años de la intervención con PASTA F.S. se tomaron los controles de la Fig. 541 muestra la fotografía de piel cicatrizada, obsérvese la vellosidad del joven y compárese con la Fig. 542 de la fotografía del adulto 10 años después. En la fig. 543 se lee la certificación del Dr. Germán Romero Terreros respecto a este y otros casos por él intervenidos. El paciente continúa disfrutando del beneficio de sus dos piernas luego de haber pasado por la posibilidad de la amputación de la derecha. Es muy satisfactorio haber colaborado en la salvación de una pieza dental pero lo es mayormente cuando se ha salvado un miembro de locomoción tan importante.
El último caso que voy a publicar se refiere a un médico de Cali, de 67 años que al sufrir una caída se fracturó el tercio próximal de la epífisis del fémur izquerdo, región subtrocantérica con fractura compuesta, que se aprecia en la radiografía de la fig. 544. Sus colegas lo intervinieron quirúrgicamente con reducción de la fractura y colocación de un clavo de Kuntscher (fig. 545). Dos meses después apareció en piel una fístula que drenaba exudado purulento. |
Se le tomó la radiografía de la Fig. 546 que muestra una amplia destrucción ósea en el lugar de la fractura, característica de un proceso osteomielítico. En estas condiciones y considerando la edad del paciente, los cirujanos no se atrevían a operar de nuevo; el paciente, ya en silla de ruedas tendría que continuar en este estado evitando con antibióticos una septicemia fatal; el caso era por demás desesperado y máxime cuando se trataba de un médico. Informados de mi fórmula PASTA F.S. me consultaron, y en consecuencia, por la misma fístula le inyectaron PASTA F.S. endodóntica, pero con aceite de olivas como vehículo, valiéndose de una jeringa, tal como se aprecia en las Figs. 547 y 548 en las que se ve el extremo de la jeringa y la PASTA F.S. ocupando el lugar del hueso destruido. La intervención fue de algunos minutos y no requirió de anestesia de ninguna clase. La fístula cerró y no volvió a abrirse, por lo que los cirujanos consideraron exitosa la intervención. Un año más tarde, como el clavo de kunstscher molestara al paciente para su locomoción, fue retirado quirúrgicamente quedando el fémur en las condiciones que se aprecian en la radiografía de la Fig. 549. La regeneración del hueso fracturado fue completa y normal, y el paciente salvó no sólo su pierna sino acaso también su vida.
La diapositiva de la Fig. 550 es el informe del Dr. Eduardo Hanssen, médico traumatólogo de la ciudad de Bucaramanga, que habla por sí sola.
RECOMENDACIONES
1. En todos los casos es preferible utilizar la PASTA F.S. REFORZADA, por su mayor potencia terapéutica y facilidad de absorción.
- El lugar efectuado debe despejarse de la mayoría de los secuestros así como del tejido necrótico. Colóquese la PASTA F.S. REFORZADA, directamente sobre la lesión, utilizando solamente el polvo, si el espacio lo permite, o mezclándolo con aceite de olivas comercial, hasta formar una emulsión de la consistencia necesaria para el caso.
- No debe emplearse el líquido F.S. en este tipo de intervenciones porque esto conduciría a un rápido fraguado de la mezcla y provocaría una irritación mecánica de los tejidos en contacto, demorando la fagocitación del medicamento.
- La cantidad de PASTA F.S. empleada no ha dado índices desfavorables para la salud general, ni en especial para ningún órgano del cuerpo; se supone que como la fagocitación es lenta, los elementos medicamentosos no interfieren ninguna función orgánica
- Al finalizar este capítulo sobre osteomielitis, quiero destacar mi voz de reconocimiento para el Dr. Raúl Ramírez Benitez, odontólogo cirujano de Cali, pionero de mi fórmula en estos medicamentos, sin cuya colaboración la ciencia médica continuaría ignorando los beneficios de este fármaco. El Dr. Ramírez siempre ha tenido la claridad mental de los visionarios que tanto bien han deparado a la humanidad.
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