|
Capítulo 24
Quiste Dentígero Policular
|


|
Finalizo este libro con la publicación del tratamiento de una de las lesiones más extensas, por no decir la mayor de todas las conocidas.
Al departamento de cirugía de los Seguros Sociales de Cali, Colombia, llegó una paciente de 18 años, que informaba molestias en la región izquierda del maxilar inferior. Al examen clínico se apreció un abultamiento externo en el ángulo del maxilar. En la inspección intraoral se notó a la palpación un reblandecimiento de toda la región a partir del segundo premolar que involucraba la rama ascendente; no se aprecia presencia de tejido óseo. Se tomó una radiografía extraoral que denotó la destrucción ósea sospechosa, y se visualizó la corona del tercer molar aún sin raíces, en la región correspondiente al ángulo del maxilar.
Ante esta situación, los cirujanos orales estimaron que la conducta sería, o la resección segmental que en este caso llegaría casi a una hemisección,o el curetaje. El primer caso lo descartaron por demasiado traumatizante y deformante como quiera que la paciente quedaría sin inserciones musculares en la región, en otras palabras, con media cara.
|
El curetaje implicaría seguramente varias intervenciones y una evolución impredecible. Esterados en cirugía de mis logros en lesiones quísticas, me remitieron a la paciente. En consecuencia se planteó la intervención con todos los pasos indicados y con la colaboración de varios colegas del Seguro Social.
En la Fig. 591 se aprecia la radiografía AP extraoral en la que puede observarse la gran destrucción ósea del maxilar inferior izquierdo a partir del segundo premolar, la porción horizontal y la rama ascendente incluyendo el cóndilo y la rama ascendente incluyendo y la apófisis coronoides. En el ángulo, se alcanza a ver la corona del tercer molar. El Dr. Jorge Palau, experto en fotografía, tomó la que se observa en la Fig.592 y las demás que publicamos (nótese la ausencia de molares). Se procedió a puncionar, la mucosa para extraer el líquido quístico que se nota dentro de la jeringa hipodérmica (Fig. 593) y que dio como resultado del análisis bacteriológico un cultivo negativo para gérmenes patógenos (Fig. 594); se trataba de una lesión aséptica. El Dr. Carlos Tasamá, eminente patólogo, profesor de estomatología de la Universidad del Valle, lo clasifica como “quiste dentígero folicular”. Dice el Dr. Tasamá que “un buen número de los quistes dentígeros se originan en una alteración del epitelio reducido el esmalte (TENCATE 211)). A menudo estos quistes están asociados con un diente sin erupcionar, cuya corona aparece dentro de la lesión. Los quistes dentígeros pueden encontrarse en cualquier sitio de los maxilares, pero predominantemente se ven en mandíbula (SCOTT 212). Los dientes que son mayor frecuencia aparecen involucrados en esta clase de procesos, son los terceros molares, de ahí que el ángulo del maxilar inferior sea la zona más afectada. Los informes indican que estas lesiones quísticas son más frecuentes entre la segunda y tercera década de la vida (ORVAB 213)”
|
|
|